LA IDOLATRÍA, ES LO QUE MAS ABORRECE DIOS.
DEUTERONOMIO, 27,15, Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
ÉXODO, 20:4-6, DIOS NOS DICE: 4, No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5, No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
OSEAS, 4:6, Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
SALMOS, 115:1-8, DIOS NOS DICE: Dios y los ídolos
1,No somos nosotros, Señor,
no somos nosotros dignos de nada.
¡Es tu nombre el que merece la gloria
por tu misericordia y tu verdad!
2,Por qué han de preguntarnos los paganos:
«¿Y dónde está su Dios?»
3,Nuestro Dios está en los cielos,
y él hace todo lo que quiere hacer.
4,Los dioses de ellos son de oro y plata;
son producto de la mano del hombre.
5,Tienen boca, pero no hablan;
tienen ojos, pero no ven;
6,tienen orejas, pero no oyen;
tienen narices, pero no huelen;
7,tienen manos, pero no palpan;
tienen pies, pero no caminan;
¡de su garganta no sale ningún sonido!
8,¡Iguales a ellos son quienes los fabrican,
y todos los que en ellos ponen su confianza! .
POR EL GRAN ERROR EN QUE VIVEN, LOS QUE NO LEE SU PALABRA, SE DEJAN LLEVAR POR COSTUMBRES Y SE PIERDEN EN LA IGNORANCIA, NO ESCUDRIÑAN SU PALABRA. DIOS TENGA MISERICORDIA DE AQUELLOS, QUE TENIENDO GRAN SABIDURÍA, SE CONFORMAN CON LO SUPERFICIAL Y EL QUE DIRÁN DE LAS PERSONAS, PERO DIOS PEDIRÁ CUENTAS, Y NOS JUZGARÁ, A JUSTOS E INJUSTOS.
HECHOS, 24:15-16, DIOS NOS DICE: 15, teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
16, Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. . APOCALIPSIS, 20:11-14, DIOS NOS DICE: El juicio ante el gran trono blanco
11, Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12, Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13, Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14, Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
EZEQUIEL, 33:1-9, DIOS NOS DICE: . El deber del atalaya
(Ez. 3.16-21)
1, Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2, Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya,
3, y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo,
4, cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza.
5, El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida.
6, Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
7, A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
8, Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.
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